¿Qué razón hay para impedir a los ciudadanos el acceso a depósitos públicos y seguros? ¿Qué lleva a los estados a proteger a los bancos privados en vez de fomentar competencia e incentivar la innovación? ¿Dónde estriba la fragilidad de los depósitos en los bancos privados? La gran crisis de 2008 puso de manifiesto la debilidad del dinero usado en los países desarrollados. Millones de trabajadores arrojados al paro y millones de euros dedicados a salvar los bancos son algunos de los daños gigantescos que causan las crisis bancarias. El diagnóstico mayoritario atribuyó la crisis a un mal funcionamiento de los mercados, que llevó a un aumento aún mayor de las regulaciones y de la protección de los bancos. Fernández Ordoñez presenta la visión, diametralmente opuesta, de otros economistas que defienden que el sistema actual de dinero privado es muy frágil y que sus problemas no podrán resolverse con más regulaciones. Estos estudiosos proponen usar el dinero público y seguro que ya existe: los depósitos en los bancos centrales. El tsunami de la digitalización y de las nuevas tecnologías también está exigiendo la liberalización de las actividades bancarias, y hoy se cuestiona con fuerza el sistema actual del dinero y la banca. Este libro, por su sencillez y claridad, ayuda a entender este debate.